Uno de los fines de la educación es que las gentes establezcan en sí mismas ciertos ideales, modalidades de pensamiento, sentimiento y acción que se han reconocido absolutamente esenciales a la superior vida del Ego (Jinarajadasa).

Si quieres sembrar para la eternidad, siembra en las profundas e infinitas facultades del hombre, en su fantasía y en su corazón (Carlyle).

Podemos ser diamantes mates extraídos de la mina, como débiles reflejos, o podemos ser diamantes tallados con muchas facetas que reflejen los diversos colores de la única luz. Lo que el arte puede hacer por nosotros es tallar y pulimentar nuestra naturaleza y exponer, faceta tras faceta, las cualidades latentes en nuestro interior de pensamiento e intuición (Jinarajadasa).

Si podéis disciplinar vuestro talento y vuestras emociones de modo que se encaminen hacia el buen gusto, el mundo revelará mil maravillas que lo haga bello y precioso (Jinarajadasa).

Enseñad a los niños la exactitud de movimientos por medio de la danza, que anoten lo que vean en línea, color y forma; que expresen abiertamente en poesía lo que sientan, que obedezcan al tono y al ritmo cuando canten, y así les enseñaremos nuevas maneras de dominio propio (Jinarajadasa).

No conozco hoy día nada tan trágico como la manera en como está destrozada nuestra vida. La religión en pugna con la ciencia, la ciencia desinteresada del arte, el arte escéptico en la moral, la política enteramente olvidada de la belleza, y el comercio escarbando ciegamente en la tierra. Y todas estas actividades tan supremamente necesarias en la vida de un país están separadas en nuestras conciencias. Solo de nombre es posible vivir parcialmente. Será estéril nuestra vida mientras no la sintamos en conjunto. Ahora no somos más que una colección de recuerdos, fragmentos de vida. En nuestra vida, una suma total de interesantes sucesos, pero solo es una suma, no un conjunto, no un todo (Jinarajadasa).

¿Qué es ayudar? No dictar, no interferir, no hacer de otra persona una imagen de nosotros mismos, sino entregarnos sin reservas en aquella forma modulada que armonizará con la vida de la persona que pretendemos ayudar (Sri Ram).

Si queréis ser verdaderamente útiles, debéis estar llenos de reverencia por el ser interno que está tratando de manifestarse a su propia manera en cada otro individuo (Sri Ram).

Despertad en cada uno de aquellos que se ponen en contacto con vosotros los mejores impulsos, los más puros y los más bellos que hay en ellos; enriqueced y suavizad la atmósfera circundante con pensamientos de la Deidad floreciendo; ese es, evidentemente, el servicio más bello y el más duradero (Sri Ram).

No podéis avanzar sin dejar huellas, las cuales alguien puede seguir (Sri Ram).

Educar no es torcer o forzar naturalezas, sino liberarlas del yugo de la animalidad y de las estrecheces animales, psíquicas y espirituales que los aprisionan y son causa de sufrimiento (Jorge Ángel Livraga).

A los niños es bueno enseñarles un poco de cada cosa para que luego ninguna instrucción les sorprenda ni parezca inaccesible (Jorge Ángel Livraga).

Así como nacen en los campos semillas de trigo, lino, arroz o zarzas, así también los niños, semillas humanas, vienen a la luz con naturalezas distintas, las que mediante la educación y el amor, se podrán exaltar al máximo, pero no efectuar milagros convirtiendo en trigo a las zarzas o viceversa; transmutaciones tales se suceden a través de tiempos enormes y no en los escasos cuarenta o setenta años de una vida física (Jorge Ángel Livraga).

La instrucción, el conocimiento sin alma, es como las alas de los pavos, sirven tan solo para tirar tierra a los ojos (Jorge Ángel Livraga).

La virtud no es que seamos todos miserables, sino todos ricos, dignos y cultos. ¿Que los que tienen deben ayudar a los que no tienen? De acuerdo; pero recalquemos, “ayuda”, no dar limosna. Y se ayuda enseñando a producir más de lo que se consume, a tener acceso a la cultura y a poder vivir civilizadamente. El dar medios a quien no sabe manejarlos es precipitarlo en mayores males, pues es equivalente a regalar una motocicleta a un exhausto caminante sin enseñarle primeramente el manejo y cuidado. Pronto andará de nuevo a pie, en el mejor de los casos, pues lo más probable es que yazca en la cuneta despedazado por una máquina que no alcanzó a dominar. Y esta no es una excusa; es una realidad que difícilmente entienden los utópicos de las planificaciones sobre papel; primero hay que educar, y luego todo lo demás (Jorge Ángel Livraga).

La juventud está cansada de frases hechas. Está cansada de promesas, de palabras, de manifiestos; la juventud quiere ejemplos, maestros, líderes (Jorge Ángel Livraga).

El mayor servicio que se puede prestar a nuestros semejantes es el de difundir la comprensión de aquellas verdades fundamentales con respecto a la vida, las cuales pueden esclarecerles sus problemas y su ignorancia, y transportarles a una condición de tranquilidad y felicidad que antes no habían experimentado (Sri Ram).

Nuestro propio progreso tiene lugar cuando prescindimos de nosotros mismos y nos interesamos en proporcionar esa ayuda a los demás, según sea nuestra capacidad (Sri Ram).

Ayudar realmente a otro significa ayudarle de tal manera que él se encuentre con más claridad de mente y espíritu que antes, con más fuerza y valor, que se convierta cada vez más en una luz para sí mismo (Sri Ram).

Únicamente viviendo con una mente y un corazón abiertos a todo lo que sea bello en la vida, es como seremos capaces de seguir el recto camino y de ayudar también a los demás (Sri Ram).

Solo defendiendo a la par las ideas y a las personas, es decir, solamente estando lleno de amor por la claridad ideal y por su encarnación en la mente del hombre, se puede ser maestro (María Zambrano).

Vivimos en un mundo en el que un loco hace muchos locos, mientras que un sabio hace pocos sabios (G. Lichtenberg).

El saber y la razón hablan, la ignorancia y el error dan alaridos (A. Gral).

Un rey puede hacer un noble, pero no puede hacer un caballero (E. Burke).

El hombre instruido lleva en sí mismo sus riquezas (Fedro).

Los discípulos son la biografía del maestro (D. Sarmiento).

Así como hay talentos por el estudio, hay tontos por el desuso (S. Ramón y Cajal).

La educación es al hombre lo que el molde al barro: le da forma (J. Balmes).

Es menester haber estudiado mucho para llegar a saber un poco (Montesquieu).

Saber creyendo no saber es excelso; no saber creyendo saber es una enfermedad (Lao Tse).

Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías; breve es por medio de ejemplos (Séneca).

Para ser capaz de ayudar, uno ha de compenetrarse tanto con la felicidad como con el dolor de los demás, pero con un espíritu que esté por encima de ambos (Sri Ram).

Los grandes instructores están más interesado en los principios éticos y el aspecto práctico de las cosas que en el intelectual (Sri Ram).

Toda transmisión de conocimiento ha de poner en primer orden el hecho de que el hombre necesita el conocimiento no solo para entender la vida, sino fundamentalmente, para integrarse en ella, para realizarse y transformarse a través de ella (M. Sandalo).

No basta con levantar al débil, es necesario sostenerlo después… Entonces, hazlo fuerte (M. Sandalo).

Donde hay buena educación no hay distinción de clases (Confucio).

Así como el carácter de los grandes talentos es hacer entender muchas cosas en pocas palabras, los espíritus pobres, por el contrario, hablan mucho y no dicen nada (Rochefaucauld).

Hay pensamientos dotados de una poderosa fuerza de atracción. Estos son brillantes como un fuego, y nos arrastran a los cielos de la inteligencia, abriéndonos una serena eternidad; las palabras son algunas veces heroicas; tienen un poder que resucita las almas (Edgar Quinet).

El que desee convertirse en conductor de hombres debe resignarse a pasar largo tiempo por su peor enemigo (Nietzsche).

A un corazón no habla sino otro corazón (fray Diego de Estella).

Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro (Platón).

Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres (Pitágoras).

La mayor parte de las veces gusta más oír historias que razonamientos (Goethe).

Sembrar no es tan dificultoso como cosechar (Goethe).

No son las malas hierbas las que ahogan las buenas semillas, sino la negligencia del campesino (Confucio).

La calma educa por sí misma y fortalece el carácter del educando más que cualquier otro ejemplo (Bernabé Tierno).

Mientras la instrucción se limita a extender las nociones que la experiencia actual considera más exactas, la educación consiste en sugerir los ideales que se presumen propios de la perfección (José Ingenieros).

Apiñar datos no es aprender; tragar no es digerir. El hombre no vive de lo que engulle, sino de lo que digiere, la verdad hay que saberla amar y sentir. Las nociones mal digeridas solo sirven para atontar el entendimiento (José Ingenieros).