Nueva Acrópolis - Carpe DiemCada ciclo que termina nos obliga a mirar el tiempo que tenemos por delante como si fuera el comienzo de una nueva historia que nos disponemos a vivir. No cabe duda de que el comienzo de un nuevo año es una de esas ocasiones cíclicas, que nos proporcionan la oportunidad de mirar hacia dentro y recuperar nuestros caminos interiores, los laberintos que fuimos trazando en la búsqueda incesante de nuestros propósitos.

En esta ocasión, el contexto social en el que nos desenvolvemos nos está invitando de manera insistente a considerar que vivimos el final de una época, con la incertidumbre de no saber hacia dónde se orienta el nuevo ciclo de la Historia. No debería angustiarnos ni sorprendemos, pues aun sin esa sensación apocalíptica, vivimos sometidos a los cambios, de manera constante, aunque engañados por la ilusión de lo permanente. Pero es sabido que necesitamos seguridad y estabilidad como base de sustentación.

En medio de estas incertidumbres y desasosiegos ante los que nos anuncian un futuro cargado de amenazas, puede ser saludable seguir el consejo de muchos sabios de  vivir el presente, como indica el antiguo lema, Carpe diem, acuñado por el poeta romano Horacio.

Muchos han sido los significados asignados a estas dos palabras, según el espíritu de  las distintas épocas y las mentalidades. Es una invitación a la conciencia de lo que tenemos entre manos, en el aquí y en el ahora, sin ceder a la tentación de añorar tiempos pasados ni de temer o desear un futuro hacia el que huimos, con nuestras aspiraciones vanas.

Vivir el presente nos ayudará a valorar lo que somos, lo que hemos logrado, los instrumentos que nos permiten colocarnos en sintonía con lo que la vida nos ofrece en cada momento, para reconocer las oportunidades que nos presenta y también las dificultades que debemos superar.

Los filósofos del Renacimiento completaron esta recomendación clásica con el consejo de vivir el presente de manera alegre. “No estimes las posesiones ni desees cargos, huye de los excesos y de los negocios, feliz en el presente” decía Marsilio Ficino. Todo un programa para comenzar un nuevo año, un nuevo presente.