Triasio, Atenas, c. 268-265 a. de C.
«Refiere, oh caminante que transitas,
cómo en este sepulcro
Crates el santo y Polemón descansan;
magnánimos varones y concordes,
de cuyos labios y divinas bocas
sacras palabras fluyen
».
Arcesilao dijo de ellos que «eran como dioses, o reliquias del siglo de oro». En nada eran vulgares, y la gravedad de sus tonos nunca se había escuchado antes.
Cuando murió Crates, según escribe Apolodoro en el libro III de las Crónicas, dejó varios libros, unos filosóficos, otros acerca de la comedia, y otros de disertaciones al pueblo y de embajadas. Tuvo discípulos muy nombrados, como Arcesilao, Bión Boristenita y finalmente Teodoro, de quien tomó nombre la escuela teodórica.
Extraído de Vida de filósofos ilustres
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