Atenas, s. V a. de C.

Critón el ateniense fue sumamente afecto a Sócrates, y cuidó tanto de él que nunca toleró que le faltase nada de lo preciso. Sus hijos Critóbulo, Hermógenes, Epígenes y Ctesipo, también fueron discípulos de Sócrates.

Critón escribió un libro de diálogos que contiene temas filosóficos, de los cuales, Diógenes Laercio proporciona estos epígrafes: «El ser docto no es ser bueno», «Qué cosa es ser rico», «Qué cosa es ser apto o El político», «De lo honesto», «Del maleficio», «De la buena disposición», «De la ley», «De lo divino», «De las artes», «Del uso venéreo», «De la sabiduría», «Protágoras o El político», «De las letras», «De la poesía», «De lo bueno», «De la enseñanza», «Del conocer o saber», «De la ciencia o del ser sabio».

Fue uno del círculo de amigos de Sócrates que intentó convencerle para huir de la prisión.

Extraído de Vida de filósofos ilustres