Elis, Grecia, c. V – IV a. de C.

Fedón, noble eleense, hecho prisionero cuando Elea fue tomada, se vio reducido a vivir con infamia retirado en un estrecho cuarto, en cuyo estado se mantuvo hasta que a ruegos de Sócrates lo rescató Alcibíades o bien Critón., desde cuyo momento se dio todo a la filosofía.

Luego de recuperar la libertad, permaneció en Atenas como discípulo de Sócrates. Incluso formó parte del selecto grupo de seguidores que compartió con el maestro el último día de su vida y presenció su muerte. Luego de la muerte de Sócrates, se retiró a Megara con Platón, Euclides y otros discípulos del maestro fallecido. Al poco tiempo regresó a su ciudad natal donde fundó su propia escuela.

Su sucesor fue Plistano Eleense, y de este lo fueron Menedemo Eretriense y Asclepíades Fliasiense. Todos los cuales precedieron de Estilpón, y hasta ellos fueron llamados elíacos; pero desde Menedemo tomaron el nombre de eretríacos.

Las enseñanzas de Fedón se asemejaban mucho a las de la Escuela de Megara, con un interés especial por las cuestiones éticas. En una de sus obras, «Zopiro», presentó sus Teorías Fisiognómicas, mediante las que relacionaba el tipo de personalidad con los rasgos faciales. Su planteo no era determinista y dejaba en claro que los caracteres de personalidad pueden ser superados y moldeados por el logos.

Jerónimo en el libro «De retener las épocas» asegura que Fedón fue esclavo. Escribió los diálogos titulados «Zopiro y Simón», que son ciertamente suyos.

El titulado «Nicias» se le disputa, como también el «Medo», que unos atribuyen a Esquines y otros a Polieno. Igualmente se duda del «Antímaco», o sea, «Los ancianos». Finalmente, el diálogo titulado «Razonamientos de Escitia» se atribuye también a Esquines.

Tal vez lo que ha dado más trascendencia a su nombre ha sido el diálogo platónico en el que se narra el último día de vida de Sócrates y que lleva por título «Fedón».

Extraído de Vida de filósofos ilustres