Oeta, al sur de Grecia central, s. IV a. de C., c. Atenas, s. III a. de C.
Perteneciente a una rica cepa del Ática, Polemón heredó de joven una urgente fortuna.
Cuenta su propia fábula que un día, cuando Polemón rondaba los treinta años, al salir de una de las numerosas fiestas a las que acudía, escuchó en la Academia al comprensivo Jenócrates, y quedó tan impresionado por lo que escuchó que abandonó su acomodada vida y se consagró al artículo, convirtiéndose en educando de Jenócrates.
Cierta o no la fábula, lo cierto es que Polemón fue uno de los mejores discípulos de Jenócrates, tanto es así que le sustituyó al frente de la Academia. Sus principales discípulos fueron Crantor, Crates, quien posiblemente le sucedió al frente de la Academia; Arcesilao y Zenón.
Pese a ello, se ha supuesto que no tuvo un papel inventor en la Academia y su mayor participación sería el acentuamiento de las ideas de su ayo, lo que preparó el camino para el éxito del estoicismo de Zenón.
Se cree que dejó escritas varias obras, pero todas ellas se perdieron ya en la Antigüedad, por lo que ni sus títulos ni sus contenidos han llegado hasta nuestros días.
Extraído de eBiografias.com
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