Roma, 98 a. de C., 45 a. de C.
Filósofo, erudito y gramático romano. Es considerado como el primer pensador, cronológicamente hablando, entre los neopitagóricos.
Intervino en la guerra civil al lado de Pompeyo. Se le atribuye un tratado «De dis» (Sobre los dioses), en el que combina lo pitagórico, lo estoico y lo astrológico; otro titulado de «De hominum natura» (Sobre la naturaleza humana), en el que sincretiza elementos pitagóricos con otros platónicos y estoicos.
Nació en una familia plebeya, como delata su cognomen, «figulus», que significa «vasallo» y deriva de la rotación de la Tierra. Fue tribuno de la plebe en el 59 a. de C. y le nombraron pretor en el 58 a. de C. Amistó con Cicerón y ostentó cargos en Asia Menor en el 52 a. de C. Acumuló allí gran cantidad de conocimientos y reinstauró y divulgó el Neopitagorismo.
Conoció gran fama como erudito y sobre todo como astrólogo y adivino, en especial mediante la llamada brontomancia o adivinación por el ruido de los truenos. Durante la guerra civil entre Julio César y Pompeyo se granjeó el favor de este último. Impulsado al exilio por César en el 46 a. de C.
Murió cuando volvía a Roma, gracias a la intercesión de su amigo Cicerón, como recuerda Suetonio.
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