Roso de Luna, Mario
Logrosán (Cáceres), 1872 – Madrid, 1931
También llamado el mago de Logrosán por su conocimiento de las Ciencias Ocultas, hombre de ideas abiertas y progresistas, aunque opte por un camino doblemente heterodoxo, para los católicos y parte de los científicos: la teosofía. Había hecho sólidos estudios académicos. En 1894 obtuvo el grado de doctor en Derecho por la Universidad Complutense y , con un escorzo intelectual, típico en él, en 1901 alcanza la licenciatura en Ciencias Físico-Químicas. En 1893 si más recurso que su espíritu de la observación descubre un nuevo astro, de la constelación del Auriga que por decisión de la Academia de Ciencias de París fue inscrito en los ananles astronómicos como «Cometa Roso de Luna». Tendrá fe católica, pero la vive al margen de normas vigentes y no ahorrará críticas contra el oscurantismo clerical. Esteban Cortijo, presidente del Ateneo de Cáceres, es uno de los mayores estudiosos sobre toda la obra de Roso de Luna.
Alguna de sus obras: Hacia la Gnosis, En el umbral del misterio, La Humanidad y los Césares, La ciencia hierática de los mayas El velo de Isis, El tesoro de los lagos de Somiedo, Wagner, mitólogo y ocultista, Por las grutas y selvas del Indostán, De Sevilla al Yucatán, El libro que mata a la muerte o libro de los jinas, Por el reino encantado de maya, Una mártir del siglo XIX: H.P.Blavatsky, Simbología arcaica,
Extraído de Literatura extremeña
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