Madrid, 1893- Ávila, 1984

Historiador español. Estudió filosofía y letras en la Universidad Central y se doctoró en historia con notas brillantísimas. Ingresó en el Cuerpo de Archiveros (1915) y ocupó la cátedra de historia de España en la Universidad de Barcelona (1918), aunque la abandonó al poco para ampliar estudios sobre las instituciones castellanas. Sucedió a Hinojosa en la cátedra de historia antigua y media de la Central e ingresó en la Academia de la Historia cuando aún no había cumplido 30 años. Su discurso de ingreso versó sobre Ávila en la Guerra de la Independencia. Desde 1911 fue publicando interesantes trabajos sobre su especialidad en un estilo claro, atractivo y de expresiva originalidad: Instituciones políticas y sociales del Señorío de Asturias (premiado en la conmemoración de la batalla de Covadonga), Potestad real y los señoríos de Asturias, León y Castilla durante los siglos VIII al XIII (1914), Vías romanas del Valle del Duero y Castilla la Nueva (1917), Vías romanas de Bética a Madrid, España y Francia en la Edad Media, Un feudo castellano en el siglo XIII, Estampas de la vida de León en el siglo X (muy reeditada), El obispado de Simancas, etc. Diputado a las Constituyentes de 1932 por el partido Acción Republicana de Azaña, ministro de Estado (1933) y embajador en Portugal (1936) con la República, residió en Buenos Aires desde la Guerra Civil española hasta su regreso a España en 1976 y su reinstalación definitiva en 1983. En 1959 había sido nombrado presidente de la República en el exilio. Director del Instituto de la Cultura Española, publicó en Argentina Ruina y extinción del municipio romano en España (1943), La España musulmana (1946), El «stipendium» hispanogodo y los orígenes del beneficio prefeudal (1948), España, un enigma histórico (1957), De ayer y de hoy (1958), Españoles ante la Historia (1959) Despoblación y repoblación del valle del Duero (1966), Viejos y nuevos estudios sobre las instituciones medievales españolas (1976, 2 vols.), Orígenes de la nación española (1972-75, 3 vols.), Confidencias (1979) y La España cristiana de los siglos VIII al XI (1980), entre otros muchos estudios de importancia fundamental para la ciencia histórica, en algunos de los cuales ha mantenido discrepancias fundamentales con el también historiador Américo Castro, sobre el papel determinante que aquél atribuyera al elemento judaico y musulmán en el desarrollo de la España antigua. Desde 1977 publicó esporádicamente artículos en la prensa española. En 1981 apareció una recopilación de sus estudios sobre el Reino de Navarra en la Edad Media, con el título El Reino de Pamplona. Su vinculación con el valle del Ebro. En 1984 le fue concedido el premio «Príncipe de Asturias» de Comunicación y Humanidades.

Extraído de Biografias y Vidas

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