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Danzas rituales

La danza como rito y como arte

En la danza ritual hay una gran parte de la tragedia humana (el problema de la fertilidad, la vejez y la muerte).

Las danzas rituales constituyen la parte más atractiva de las grandes fiestas de la fertilidad; en ellas danzaron hombres y mujeres sin ese serio ceremonial de las danzas puramente religiosas, con alegría y frenesí, cuyo trasfondo religioso impidió que todo ello constituyera únicamente un desbordamiento sexual.

En muchas culturas, la danza formaba parte de los ritos de Iniciación, bien para realizar invocaciones, bien para mostrar al neófito ciertas enseñanzas, también como finalización de la Iniciación. En algunos pueblos del norte de Australia, por ejemplo, el rito de iniciación femenino, cuando la mujer llega a la pubertad, termina con una danza colectiva que festeja el nacimiento de la «nueva mujer».

La primera expresión del ritmo fue el chocar de bastones y el batir de palmas. Más tarde se agrega la cadencia acompasada con el cuerpo, los movimientos de brazos y piernas y también la voz. En realidad, todas las artes pueden reducirse a una danza, ya que el movimiento es el prototipo de las fuerzas vitales, y no hay duda de que todo arte que no lleve en sí la idea de movimiento carece de función vital. De hecho, probablemente la danza es la expresión artística más antigua que conocemos.

Diferentes tipos de danzas en la Antigüedad

La Historia nos ha dejado abundantes testimonios de la importancia que tuvo la danza en las culturas antiguas, y es que las más profundas emociones de la Humanidad se han traducido siempre en movimiento. En todos los pueblos primitivos las danzas tribales servían para expresar todo tipo de sentimientos: el amor, la alegría, la adoración, la guerra, la muerte, el nacimiento… y, en general, cualquier aspecto de la vida. Así encontramos danzas como:

Del primer día de mayo

Es una danza romana. En dicho día salían de la ciudad los jóvenes, y danzando al son de los instrumentos, se dirigían al campo; de allí cogían ramas con las cuales adornaban después las puertas de las casas donde habitaban sus parientes y amigos. En ellas se les servían delicados manjares. Los danzantes iban adornados con ramas verdes. En su origen eran danzas inocentes que poco a poco degeneraron hasta que Tiberio las prohibió. Posteriormente se rescataron en toda Europa, dando origen a la costumbre de plantar grandes árboles el día primero de mayo.

Nupcial

Danza romana en la cual se ejecutaban descaradamente los actos más secretos de la vida de matrimonio.

Báquicas

Instituidas por Baco y bailadas por las bacantes, las ménades y los sátiros de su cortejo.

Campestres

Instituidas en honor del dios Pan. Se ejecutaban en verano, entre las frondas de los bosques, coronándose hombres y mujeres con ramas de encina y adornándose con guirnaldas de flores.

Del himeneo

Se bailaba en la celebración de las bodas por jóvenes y doncellas coronadas de flores, con tal alegría y algazara que en ocasiones terminaban en desenfreno.

De la inocencia

Formaba parte del culto a Diana en Lacedemonia, y doncellas espartanas completamente desnudas la bailaban ante el altar de la diosa. Los pasos de la danza eran lentos y graves, y las actitudes correctas. Se cuenta que fue en una de estas danzas cuando Teseo vio a Helena, y sintiéndose profundamente subyugado, la raptó.

De los curetas y de los coribantes

Fue inventada por sacerdotes cretenses y se ejecutaba al son de pífanos y címbalos, haciendo chocar las espadas contra los escudos.

Macabras

Estas danzas mostraban lo efímero de la vida del hombre. Se trataba de una pantomima religiosa sobre la muerte. También recibe el nombre de Danza de los Muertos.

Festines

Instituidas por Baco al regresar de Egipto. Eran una especie de valses ejecutados después de los suntuosos festines, con los que pretendía dar prueba de agilidad.

De los lapitas

Danza agitada y violenta, en la que se representaba el combate de los lapitas y los centauros, celebrando con ellas victorias marciales. Se bailaba al son de la flauta, al final de los festines, y se atribuye su invención a Piritoo.

Funerarias

Era uno de los honores rendidos a héroes y reyes en sus funerales. La bailaban ante el féretro los sacerdotes, vestidos con largos ropajes y coronados con ramas de ciprés, al son de una música lenta y triste.

Del Sol

Propia de los indios norteamericanos. Tenía lugar en una cabaña de ceremonias construida de forma que representaba una imagen del universo. Era circular, el poste central representaba el Gran Espíritu; el número de varas empleadas, su colocación y cada objeto de la cabaña tenían un significado mágico. Antes de comenzar la ceremonia, los guerreros debían purificarse y pintarse dibujos mágicos en el rostro.

La danza se realizaba de la siguiente forma: se enganchaba a uno de los guerreros por la piel con cuatro estacas, representando los tirones de la ignorancia que deben estar siempre presentes dando la cara a la luz de la verdad. Otro danzante, enganchado también por su piel, debía bailar alrededor hasta soltarse, y otros dejaban que se les arrancasen pedazos de carne que dejaban al pie del pilar central como ofrenda. Al amanecer, la ceremonia terminaba con oraciones. Esta danza se realizaba para ganarse un nombre, así como la cercanía y la protección del Gran Espíritu.

Del leopardo

En esta danza africana, una danzarina llamada «maestra» encarnaba a la fiera, y otra, la «madre», tenía que defender a sus «hijas» del ataque del leopardo. La danza era larga y agitada. Cuando por fin el leopardo había capturado a todas las neófitas, la «madre» lo mataba con un palo en forma de espada, devolviendo la libertad a sus hijas.

La danza es una manifestación artística que coordina estéticamente el movimiento. Como el resto de las artes, nace de la necesidad espiritual de expresar algo. El hombre es por naturaleza expresivo y tiene necesidad de comunicar sus inquietudes y movimientos. En el principio de los tiempos esta necesidad expresiva no iba dirigida al hombre mismo, sino a algo considerado superior. Por lo tanto, se convirtió en un rito revestido de caracteres mágicos.

Desde el principio, la música y la danza fueron unidas. ¿Cuál engendró a cuál? ¿Fue la música la que provocó el movimiento?, ¿o por el contrario fue la danza la que con sus cadencias sugirió el ritmo?

Probablemente nunca lo sepamos, y tampoco interesa especialmente, pero estas dos artes se han complementado desde siempre.

La danza es una necesidad del alma, con ella se puede viajar a los sentimientos más profundos.

Si logramos que nuestros pasos y actos sean armónicos y rítmicos, si somos capaces de transmitir nuestro sentir en nuestro quehacer cotidiano y si lo acompañamos de movimientos decididos y bellos, seremos danzantes transmisores de la mejor de las artes, del buen hacer.